Archivo de enero, 2011

Qué diablo de Dios es éste…

Posted in Casa on enero 31, 2011 by eCronopio

Todos mis amigos son iguales
y los que no son iguales son tan diferentes que somos ausentes.
Hace poco un amigo volvió arrepentido a su casa,
y ya por acá ni pasa, ni el teléfono atiende.

Mi funeral 11

Las creencias nunca han sido tema de discusión en este blog, Me encanta Dios fue solamente una referencia a un hecho de ese momento (como la mayoría de cosas que por aquí andan) y que encajaba perfecto con una persona a la que conservo mucho cariño, pero no es el tema de este post.

Se trata esto sólo de una expresión de tristeza e indignación a las barreras que nos construimos, de cómo una creencia o ideología (cualquier que sea) separa al hombre del hombre. Qué cosa más absurda, vivo silenciosamente preocupado por nuestra humanidad pero cuando el disparatado rumbo de la misma me toca tan de cerca tengo que gritarlo, cuando pierdo un hermano que pasa a ser un hermano.

Gracias por el fuego

Posted in Casa on enero 16, 2011 by eCronopio

Si bien «gozar es tan parecido al amor», este silencio sólo se parece a la felicidad. Las diferencias básicas es que, de llamarla así, sería la felicidad más consciente de la que tengo memoria.  Una que no ha carcomido y anulado mi capacidad de razonamiento.  Sería contradecir mi concepción original de lo que es la felicidad, redefinirla. Escéptico hasta el final prefiero llamar este estado como equilibrio emocional, para ser más justos, uno con mucho de esto y mucho de lo otro.

Hay mucho que quisiera decir, vi como por primera vez en toda mi cibervida no llegó un solo correo de felicitación por el año nuevo, nada personal de mis casi dos mil contactos sino que las felicitaciones de todos ellos difícilmente rebasó los 140 caracteres. El email mató a la carta y hoy muere a manos de las redes suciales, como me ha tocado aprender, a veces quien a hierro mata a hierro muere. Lo que no quiero es empezar a pensar qué seguirá a partir de ahora, y esto por poner sólo un ejemplo de algo.

Independientemente a lo que por aquí ocurre (la terrible masacre a los Windows Live Spaces) abriré pronto un nuevo álbum en mis ahora privadas fotos de Skydrive. Vendrá a ser la segunda y no última parte de Todos los fuegos el fuego.

PD: Escribo esto con un agradable sabor de una reciente sorpresa de la que desearía poder volver a escribir luego.